Santiago Bernabéu (Madrid): 92.000 espectadores.Árbitro: Michel Vautrot (FRA). Sin tarjetas.Goles: 1-0 Sanchis 2′; 2-0 Butragueño 17′; 3-0 Valdano 29′; 3-1 Frimann-Hansen 33′; 4-1 Valdano 38′; 5-1 Butragueño 47′; 6-1 Butragueño 49′.Real Madrid CF: Miguel Ángel González; Isidoro San José, Uli Stielike, José Antonio Camacho; Manolo Sanchis, Juan Lozano (Rafael Martín Vázquez 71′), Ricardo Gallego, Miguel González ‘Míchel’ (José Antonio Salguero 55′); Jorge Alberto Valdano, Carlos Alonso Santillana, Emilio Butragueño. Entrenador: Amancio Amaro.RSC Anderlecht: Jacques Munaron; Georges Grün, Morten Olsen, Luka Peruzović, Michel de Groote (Arnór Guðjohnsen 53′); Wim Hofkens (Henrik Andersen 83′), Per Frimann-Hansen, Vincenzo Scifo, Frank Vercauteren; Alex Czerniatynski, Frank Arnesen. Entrenador: Paul van Himst.
Cartel
En aquella mágica noche nació lo que posteriormente bautizaría Jorge Valdano como el ‘miedo escénico’ del estadio Bernabeu. La afición que llenó el coliseo blanco retrocedió en el tiempo para revivir los tiempos gloriosos del Madrid de las cinco copas de Europa y olvidar por unas horas, y por unos días, el juego simplón y rancio de mediados de los años 80 donde prevalecían las defensas en detrimento del estilo ofensivo lleno de jugadas de gol.Se obró el milagro de remotar el 3-0 adverso del partido de ida donde una mala segunda parte dejó al Anderlecht confiado con tener en su poder el billete para los cuartos de final. Los belgas, que pudieron salir al campo con la idea de defender el resultado, planteó un partido basdi en su juego potente, marcando al rival en zonas y sin ninguna presión que permitió al Real Madrid desplegar un juego brillante, al primer toque, lleno de moral y energía.
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Con un Emilio Butragueño en estado de gracia, lideró un equipo que saltó al Bernabeu con una moderna táctica, un 3-4-3, que logró fracturar la línea medular del rival – compuesta por cinco jugadores – y generar inumerables ocasiones de gol. Además, el Real Madrid tuvo la fortuna de marcar en los momentos psicológicos al inicio de la cada una de las partes. Con casi dos minutos de juego Sanchís remataba de cabeza un saque de esquina. Los madridistas siguieron con un rítmo físico y creativo que les llevó a igualar la eliminatoria antes de la media hora de juego. A los 16 minutos Butragueño cede en profundidad a Valdano, éste centra desde la línea de fondo para que Butragueño cabecee el balón a la red. El tercer gol llega a los 29 minutos de juego cuando Gallego cede el balón a Butragueño que profundiza a Valdano para que marque.
Butragueño y Valdano, sobre todo el primero por su su facilidad para el regate y el desmarque, ayudados por Lozano y Gallego se sobraron para romper una defensa que dejó al Madrid desplegar todo su potencial. Ni siquiera supo practicar la táctica del fuera de juego, dejó delante muy sólo a Czerniatynski, y sólo tuvo un hombre, Enzo Scifo, que mostró sus cualidades en el centro del campo y su peligrosidad cerca del área como ocurrió en el gol belga. A raíz del tercer tanto el Real Madrid levantó el pie del acelerador sabedor de tener los deberes casi hechos. Hasta el árbitro se relajo en exceso al no pitar un claro penalti sobre Butragueño. Sin embargo, el relajamiento le costó caro. La zona derecha de la defensa hacía aguas ante las acometidas de Arnessen y Vercauteren que permitieron al Anderlecht acortar distancias al aprovechar Hansen un mal rechace de la defensa madridista. La angustia planeó sobre el Paseo de la Castellana pero el Real Madrid no tardó en reaccionar más que cinco minutos cuando Valdano mete el pie para remachar a la red una magistral asistencia del ‘Buitre’. La afición blanca, que comenzó el encuentro escéptica por la dureza de la misión de la remontada, quedó sorprendida por la facilidad con que llegaron los goles en los primeros 45 minutos.
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Tras regresar del descanso, el Real Madrid encauza la eliminatoria gracias a un trallazo impresionate de Butragueño que supera a Munaron. La puntilla lo logra el propio Butragueño dos minutos después con un gol de auténtico genio. El ‘Buitre’ pleno de habilidad, controla un balón que se le iba junto a la portería belga y cuando parecía que Munaron lo iba a atrapar, mete el pie e introduce el esférico por debajo del cuerpo del guardameta belga.Aquella noche ganó el fútbol. El Madrid tuvo una nueva velada europea triunfal, pero el que venció fue el espectáculo, con un Butragueño de primera estrella, que marcó tres goles y dio otros dos. El Anderlecht fue eliminado y perdió casi todos los rebotes, los balones en disputa, porque al Madrid le salieron demasiadas cosas bien para una sola noche.
